Se inició desde el viernes 19 de marzo para terminar el domingo por la tarde. La ceremonia la convocó Xunko y estuvieron presentes Mexihko-Ocelocuauhtli, el abuelo Kuahkoatl y el abuelo Roland, los hare-krishna y muchos mas hermanitos y hermanitas de tradición.
Se veló el abuelito fuego y se hicieron temazcales. El clímax de la ceremonia fue el domingo, por la mañana se reunieron para dar palabra los abuelitos y una hermanita comentó su sueño porque entendía que más bien era un mensaje, y éste fue:
"Había danzantes y temazcaleros cuando de repente apareció un águila muy grande que descendió, y tenía un aliento muy fuerte, había también una tortuga que cuidaba el lugar para que nadie se acercara. Estaban de un lado los tlatoanis de otros tiempos y de otro los gobernantes actuales. Había seres de muy elevada luz que estaban alegres por los trabajos que se hacían, pero cuando hubo un descanso entre temazcaleros y danzantes, ellos dijeron que era bueno que descansaran porque el trabajo que se tenía que realizar era muy fuerte y poderoso y lo tenían que hacer ellos en ese momento. Después aparecieron una víbora y un conejo".
Al mediodía, cuando el sol está en el zenit, es cuando la luz del sol (el águila) desciende directa y verticalmente sobre la tierra (tortuga). Y para ese momento habíamos hecho 2 grupos, uno celebrando un temazcal con 30 personas, corriéndolo Lobo Blanco y el Abuelo Roland, justo en la línea de conexión entre el Popo y el Izta, y otro grupo danzando en donde estaban Xunko y Mexihko, como resguardando la entrada. Aunque separados los dos grupos, estábamos conectados y para reforzar la conexión los danzantes pidieron a los temazcaleros una meditación visualizando un arcoiris que nos envolviera así como al planeta entero. Cuando estábamos en el momento más alto de la meditación, el viento soplaba tan fiuerte que golpeaba al temazcal, en ese momento recordé el sueño de nuestra hermanita y entendí que se estaba cumpliendo, mientras los temazcaleros estábamos "descansando" en la meditación conectados con los danzantes, el águila (nuestro padre sol) estaba directamente en el zenit y el aliento fuerte era Ehekatl que golpeaba el temazcal. Nuestro temazcal era como la tortuga que cuidaba al águila con la vibración elevada de poder, por el silencio y la unión y supe en ese instante que esa energía de luz que descendía se enfocaba a nuestros gobernantes, pero que éste era el trabajo de los seres de luz y nosotros sólo el portal para que pudiera descender su energía a la Tierra.
El temazcal representaba la energía femenina y la danza, la masculina, unidos y conectados en perfecta dualidad. Entendía al final del trabajo que el Popo y el Izta se encontraban actuando en perfecta dualidad, en COMUNIÓN.
Aunque hay mucho más que platicar, con esto me despido.
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